Algunas de dichas reflexiones están en la red a la vista de todo el mundo, pero de vez en cuando, alguno de estos amigos me los envía de forma privada.
Este es el caso de la carta que transcribo literalmente, por supuesto con su permiso, y que este compañero ha enviado a un miembro de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, de "nuestro Partido".
Dice así:
"Estimado compañero: estando de acuerdo en el fondo de tus
planteamientos, con referencia a tus palabras del pasado sábado 23 de febrero,
en Santander, me gustaría hacerte algunas reflexiones, provenientes, tanto de
la historia reciente de nuestro partido como de las acciones, aciertos y fallos
que toda la organización hemos tenido y tenemos en estos tiempos singulares.
Los ciudadanos nos miran con un elevado grado de ansiedad, a diario, cuando
comprueban los desmanes, silencios y, especialmente los excesos verbales ya
habituales de miembros del actual gobierno y la cúpula del partido que le
sustenta. A menudo, entiendo que, en esa mirada hacia nuestro partido, no
retornan una imagen, sino de desconcierto, apatía, acomodación…y hasta
complicidad con la situación actual.
Quiero exponerte algunas reflexiones que complementan, a mi
juicio tu discurso, que ya valoro muy por encima del discurso habitual que me
llega desde la cúpula del partido, mi partido, sin otro ánimo que el de ser
crítico con el discurso que mantenemos en la actualidad y el de aportar alguna
otra idea que lo implemente.
1.- Cuando hablas de
de participación… de recorrer España y buscar opinión… ¿De qué forma?
¿Qué puede significar esto para los militantes, como yo, a los que cada vez nos
cuesta más entrar en nuestra agrupación, en la que las cosas suelen estar
siempre bien y las caras suelen ser siempre las mismas? De momento, la cúpula
del partido ya se está oponiendo a la propuesta gallega, de mayor democracia,
de democracia directa (esto nos suena). ¿No lo contemplan los Estatutos? Pues
cambiemos, entonces los Estatutos.
2.- Se ha reformado la Constitución en la pasada
legislatura, entiendo que de una manera completamente fraudulenta, con
nocturnidad, porque han defraudado a militantes y a todos quienes confiaban en
el partido, desde la izquierda e incluso la parte más cercana de la derecha. Se
ha modificado algo que va en contra del propio espíritu de la Constitución y de
los intereses de la mayoría. Sin embargo, no se ha tocado lo sustancial:
reducción y modificación o eliminación del Senado, Diputaciones, Corona,
Capítulo VIII… en general eso que llamamos la gran reforma de la
Administración, de la que ya hablábamos en la campaña del 82.
3.- El pacto de hace 30 años solamente benefició a la
derecha tradicional y a la burguesía. Por eso las “fuerzas oscuras” estuvieron
tan de acuerdo. Un pacto similar hoy solo traería mayor frustración y
desafección de los ciudadanos de la vida política, en general.
4.- Debemos gritar y convencer a la ciudadanía que si
llegamos de nuevo al gobierno, a los gobiernos y dónde ya gobernamos,
Ayuntamientos y algunas CCAA, nos comportaremos como un partido de izquierda,
que dirigiremos la fiscalidad de una manera más justa, que pagarán más quienes
más tienen, que controlaremos férreamente la banca, los grandes capitales, que
fusilaremos económicamente y pondremos en la cárcel a los evasores fiscales,
que limpiaremos la “basura” de nuestra casa, toda la basura y ayudaremos y
exigiremos que hagan lo propio en las demás, que seremos exigentes e
inflexibles en esto. Que devolveremos la esperanza a los ciudadanos y que no
volveremos a comportarnos como neoburgueses nunca más, ni en lo político, ni en
lo social ni en lo económico.
5.- Debemos decirles a los ciudadanos que haremos una
oposición radical, durante todo el tiempo que sigamos en esa situación
lamentable de oposición y no contribuiremos ni con nuestro voto ni con nuestra
presencia a un solo atropello más de esta derecha. Cada vez que vaya a
producirse una de estas situaciones, abandonaremos físicamente las
instituciones en las que esto vaya a ocurrir, para que atropellen ellos solos,
sin nuestra presencia. Nos limitaremos a pedirles explicaciones y a llevarles
ante la justicia, la de los tribunales y la de la opinión de la ciudadanía.
Finalmente… nos pondremos firmemente al lado de la
ciudadanía, delante o detrás, o en medio, donde nos permitan, pero siempre con
la ciudadanía y dedicaremos a ello
nuestros mayores esfuerzos y nuestros mejores recursos.
Espero que esto no sea muy duro o “radical” para ti o tus
compañeros de Ejecutiva y, si lo fuera… mal asunto.
Salud"
Esta es una de esas ocasiones en las que me fastidia un montón que esta carta no se me haya ocurrido a mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario