La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

domingo, 17 de junio de 2012

El PSOE en la "inopia"

Hoy se hace público un sondeo de la empresa Metroscopia para EL PAÍS que , aunque sobre una muestra de 600 individuos y con un margen de error para datos globales de 4,1 puntos, creo que merecería la pena que analizáramos.

Una primera apreciación es que los ciudadanos valoran más a quien da la cara que al que se oculta y escaquea. Me explico.
A pesar de que el 43% de los ciudadanos piensa que el  "rescate" de la banca española es negativo (46% que es positivo) y que el 46% piensa que el coste del mismo va a terminar siendo pagado por el Estado, es decir todos y todas, frente a solo un 10% que piensa que lo van a pagar los bancos, un 43% de los encuestados opina que Luis de Guindos, ministro de Economía, lo ha hecho bien o muy bien en este proceso.
Es decir que, a pesar de los pesares, el que da la cara la salva.
Porque esos mismos encuestados opinan mayoritariamente (47%) que nuestro ilustre presidente del Gobierno, don Mariano Rajoy, el máximo responsable de cualquier acción del Gobierno y que desapareció durante las horas clave del proceso, actuó mal o muy mal, frente a un 40% que piensa que lo hizo bien o muy bien.

Este mismo sondeo también ha preguntado sobre el papel del líder del PSOE y Secretario General de mi partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, en este enrevesado asunto del "rescate". Y esta opinión si que me afecta y me importa, y creo que debería hacer pensar a los dirigentes y a los afiliados del PSOE.
Y es que nada más y nada menos que el 54% de los preguntados piensa que ante este asunto concreto, Pérez Rubalcaba ha actuado mal o muy mal; solamente el 25% opina que lo ha hecho bien o muy bien; y el 12% regular.

Y mientras los ciudadanos piensan esto, nosotros ¿qué hacemos? Reelegir a los mismos que nos han llevado a la mayor derrota electoral de nuestra reciente historia. Continuar echando la culpa de la misma a la crisis. Seguir con el mismo discurso ambiguo e indefinido.
En definitiva, dejarnos llevar al desastre total por aquellos que piensan que lo mejor es aguantar, porque tienen el puesto asegurado. Es decir, que "ande yo caliente, riáse la gente".

A este paso, tarderemos muchos, muchos años, en recuperarnos como referente de la izquierda de este país, si es que algún día lo hacemos, y mientras tanto no surge una opción populista y de extrema derecha que aglutine el descontento de amplias capas de la sociedad, como ya se vislumbra en algunos países de nuestro entorno.

Nuestros actuales dirigentes, a casi todos los niveles, han perdido ante la ciudadanía su legitimidad. Y de poco o nada nos servirá pensar que el tiempo hará que la recuperen.
Necesitamos de manera urgente un nuevo proyecto, un nuevo discurso y unos nuevos dirigentes.