La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

domingo, 29 de mayo de 2011

Al final, “bambalinas”

Vaya por delante que, si al final hay que votar en unas “primarias”, casi seguro que mi voto será para Alfredo Pérez Rubalcaba (a expensas de la aparición de un mirlo blanco).

Ahora bien, dicho esto, ¿para qué tanto ruido para tan pocas nueces?

Cuando a primeros del pasado mes de abril, ente el miedo de muchos candidatos a alcaldías y comunidades autónomas a perder sus sillones, el Comité Federal aceptó “entusiasmado” el anuncio del Presidente de Gobierno y Secretario General del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero, de que no sería candidato en las elecciones generales de 2012, pusieron al Partido en una situación crítica y de difícil salida.
El entusiasmo de la mayoría de los dirigentes locales, provinciales y autonómicos ante esta decisión, no estaba fundamentada en que creyeran que era lo mejor para el PSOE en el medio y largo plazo, sino en que les parecía la mejor, o la única, manera de salvar los trastos en las inminentes elecciones municipales y autonómicas, eventualidad que las urnas se encargaron de demostrar que era absolutamente errónea.
En aquel Comité Federal de infausto recuerdo, también se acordó que el candidato del PSOE para la próxima confrontación electoral, se elegiría en unas primarias que se convocarían después de los comicios del 22 de mayo.
Pero hete aquí que el mismo día 23, a la inmensa mayoría de los integrantes de aquel Comité Federal que aprobó este procedimiento, y probablemente noqueados y con el razonamiento algo nublado por el catastrófico resultado electoral que creían poder evitar con la eliminación de Zapatero, se les iluminan sus preclaras mentes y descubren que eso de unas primarias a pocos meses de unas elecciones generales puede ser un auténtico desastre. ¿Por qué no se les ocurrió el día 1 de abril? ¿Tan ofuscados estaban ante el miedo a perder sus sillones?
Y a algunos de ellos se les ocurre lanzar la idea de un congreso, como el procedimiento más adecuado para elegir al sustituto de José Luis, en este caso, no solo como candidato sino también como secretario general. Nos argumentan, y no sin razón, que en un Congreso no solo se va a hablar de personas, sino que también será la oportunidad de discutir y debatir sobre el proyecto socialista y realizar nuevas propuestas que nos permitan conectar con nuestro electorado, lo que redundaría en una mejora de los resultados en las elecciones generales de 2012. Como el razonamiento es bastante consistente, muchos militantes, yo entre ellos, apoyamos la solución del Congreso.
Ahora bien, en nuestra ingenuidad, ¡parece mentira después de tantos años!, no habíamos caído en que un Congreso trae consigo la renovación de las estructuras del Partido a todos los niveles, y, con el consiguiente cabreo de muchos militantes tras el descalabro electoral, muchos puestos se podían poner en cuestión y provocar un auténtico cataclismo en los órganos de poder del Partido.
Y aquí entra en funcionamiento “el aparato”, esa cosa intangible pero real que existe en todas las organizaciones humanas y que tiene como misión principal permitir la perpetuación en los mecanismos de poder de las personas. Y al final, a pesar de la promesa de José Blanco de que la elección del candidato no se iba a hacer tras las “bambalinas”, se ha hecho en ese preciso y oscuro lugar, tan necesario en el arte teatral, paro tan nocivo en un Partido que quiere ser ejemplo de trasparencia y democracia.
¿Qué ha pasado esta semana? Pachi López pide un congreso; Zapatero dice que ha hablado con él y están de acuerdo en que primarias; Ares dice que de eso nada, que congreso; una de los candidatos in péctore, Carme Chacón, se retira para no causar daño al Partido y al Gobierno; y el Comité Federal nomina por “unanimidad” a Alfredo como candidato en las primarias. Unas primarias que, según los estatutos de nuestro Partido, ni siquiera se celebrarán si no aparece otro candidato, que tendría que buscarse los avales entre los militantes y afiliados.
¡Viva la trasparencia!
Después, tras las elecciones, los responsables de lo que pase seremos “todo el partido”, y nos volverán a decir que la solución pasa por unidad y trabajo; y nadie asumirá responsabilidades.

miércoles, 25 de mayo de 2011

¿De quién es la culpa?

Tras la estrepitosa derrota del PSOE en la urnas, ¡comienza el espectáculo!
En lugar de asumir responsabilidades, convocar a los afiliados para tratar de encontrar soluciones y debatir con los ciudadanos las causas de nuestra derrota, la mayor parte de nuestros dirigentes han comenzado a lanzar balones fuera:
La causa de nuestra derrota es la "crisis".
Y se quedan tan frescos.
La desafección de los ciudadanos hacia la política y los políticos, la falta de contacto con la calle, la desmovilización del Partido y de la sociedad en general, los privilegios de la clase política en una época de crisis, la falta de explicaciones convincentes sobre las medidas adoptadas, la falta de ética de muchos políticos que no obtiene el correspondiente castigo de su expulsión de las listas, la falta de atención hacia los compañeros y compañeras que están luchan en nuestros pueblos y barrios, etc., etc., eso no tiene nada que ver.
Yo no lo creo así, y por eso voy seguir luchando para que esta situación cambie de rumbo y podamos ofrecer a los ciudadanos de este país un proyecto renovado de izquierdas, que sirva para salir de la crisis de forma distinta a la que nos lleva la derecha.
Y por cierto, entre primarias o congreso, congreso. Y después del verano. Las cosas bien hechas se hacen sin prisas, pero sin pausas. Y un congreso permitiría hablar no solo de parsonas, sino también de proyectos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Domingo 22, por tu interés VOTA

Pasado mañana los ciudadanos de este país estamos de nuevo convocados a la urnas. A muchos jóvenes esta convocatoria, el máximo acontecimiento y expresión de la democracia, por suerte para ellos les resulta de los más rutinario. Para otros muchos, sigue siendo un momento emocionante, pues luchamos para conseguirlo después de más de 40 años de dictadura.
En estas elecciones municipales, y autonómicas en algunas comunidades, concurren dos circunstancias, una positiva y la otra negativa, que es conveniente resaltar: parece ser que por primera vez el terrorismo no va a "hacer campaña", y, en lo negativo, se celebran estos comicios en un ambiente de desprestigio y desafección de muchos ciudadanos hacia la política y "los políticos".
En estos últimos días de campaña estamos asistiendo a un fenómeno, el Movimiento 15-M, que pretende aglutinar y sacar a la calle la indignación que la política y los políticos despierta entre mucha gente de toda clase y condición.
Me parece fenomenal, y ganas me han dado de unirme a ellos.Están expresando libre y democráticamente su indignación ante la corrupción política, ante el desmantelamiento del estado de bienestar, el paulatino abandono de lo público frente a lo privado, la falta de futuro y epectativas de la juventud mejor formada de la historia de este país, en definitiva ante el aparente distanciamiento entre los dirigentes políticos y los problemas que preocupan a los ciudadanos.
Hasta aquí, perfecto. Pero, ¿cómo pretenden arreglarlo? ¿solo manifestándose y concentrándose en las plazas de las ciudades y pueblos de España? ¿no votando a "nadie" el próximo domingo?
Ahí no me encuentran. En el sistema democrático que nos hemos dado después de muchos años de luchas y sufrimientos, el menos malo de todos los conocidos, la participación política del mayor número de ciudadanos es fundamental. Y esa participación comienza por el VOTO.
Es verdad que no solo con el voto se participa en la vida política. Es necesario que además nos organicemos, que participemos en el quehacer diario de los partidos, de los sindicatos, de las asociaciones profesionales, vecinales, etc.
Si los políticos, los partidos, los sindicatos, ..... no nos gustan, cambiemoslos. Pero no los destruyamos. Son la única garantía de participación y control.
La "derecha", cuyas gentes siempre dicen que son "apolíticos" pero acuden a votar en masa, está que se relame de gusto ante este "movimiento". Piensan, y con razón, que la mayor parte de los integrantes del mismo son progresistas, y que por lo tanto, su inhibición en las urnas el día 22, va a proporcionar al PP un triunfo electoral que servirá de prólogo a las elecciones generales del 2012.
Por eso yo no estoy en la plaza. Porque yo el domingo voy a votar. Y desde aquí llamo a todos esos indignados a que hagan lo mismo: que voten. Tienen donde elegir. Y que el día 23 inicien su otra participación: tomen la iniciativa y entren en los partidos y sindicatos. Y luchen por su cambio y regeneración.
Pero, por favor, el día 22, por el interés de todos VOTA