Objetivo: laicidad

Peces-Barba

El "maestro" Gregorio Peces-Barba escribe un acertado artículo en las páginas de opinión el EL PAÍS, "La laicidad, objetivo de la democracia en España".
En el citado artículo, además de hacer un análisis filosófico y social, acorde con su reconocido rigor intelectual, con el que estoy totalmente de acuerdo, desliza también una crítica a la política del actual gobierno socialista al que acusa de "demasiada contemporización con los peores usos clericales".
Del citado artículo me gustaria destacar algunos de su párrafos.

"En el siglo XXI es un signo de la cultura política y jurídica pulsar, sobre todo desde partidos de izquierdas o de centro izquierda, el proceso de secularización, cuya última meta es la laicidad, entendida como una situación pacífica y generalmente aceptada por la sociedad."

"No podemos ser tan ingenuos como para pensar que la inacción por nuestra parte va a ser respondida con la neutralidad y el juego limpio. Eso solo ocurrió con Juan XXIII y con Pablo VI. Después las cosas volvieron a su cauce tradicional y la deslealtad a las autoridades civiles volvió a ser la regla. Son partidarios de todo lo que representa Doña Esperanza y no se puede esperar nada. Cuanto más se les consiente y se les soporta, peor responden. Solo entienden del palo y de la separación de los campos. Un Estado libre y una Iglesia libre, cada uno en su ámbito y sin que puedan tener ningún ámbito exento, ni ningún privilegio. Pactar con ellos desde la buena fe es estar seguro de que se aprovecharán todo lo que puedan."

Así mismo, me gustaría mostrar mi total y absoluto acuerdo de forma muy especial con una de sus afirmaciones:

"Todavía hay tiempo y pido al PSOE y a su Gobierno que se decidan a tomar medidas que se sitúen claramente en la línea debida. Al menos dos medidas, derogación de los acuerdos con la Santa Sede y supresión de la enseñanza reglada de la religión deben ser tomadas. ¡Todavía se puede hacer!"

Y yo añadiría en esta misma línea: Hacer cumplir de una vez por todas la ley y que la iglesia Católica se financie con los recursos que le aporten directamente los integrantes de la misma.

¿Será posible que estemos aún a tiempo?

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