La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

lunes, 15 de noviembre de 2010

Palencia y el ferrocarril: todo o nada

Este pasado verano, me encontré, después de muchos años sin vernos, con una pareja de compañeros de oposición que acababan de jubilarse. Durante la conversación salió a relucir su ilusión, que desde jóvenes habían mantenido, de vivir en una casa enorme y lujosa en la calle Mayor de Palencia. Aún no se había cumplido, y continuaban viviendo en la vieja casa heredada de los padres de uno de ellos. Una casa que en los tiempos en que se instalaron en ella, mediados los años 70, tenía un aspecto aceptable, pero que, con el paso de los años y a pesar de los muchos arreglos y chapuzas que habían acometido a lo largo de los mismos, está cada vez en peores condiciones. Pero ellos, a pesar de haber tenido diversas oportunidades para cambiarse a una mejor, seguían viviendo en ella. Me comentaron que incluso, en los años ochenta, desaprovecharon un plan de reforma interior que se desarrolló en su zona para acometer una reforma integral de la misma, todo en aras de su ilusión juvenil: vivir en una gran casa de la calle Mayor.

Ahora, ya jubilados y con los hijos viviendo en sus respectivos hogares, ellos siguen en la casa heredada, cada día en peores condiciones a pesar de gastarse cada año sus buenos euros en reparaciones. Y la “casa ideal” tan lejana como siempre pues, a pesar de que su capacidad financiera no es mala, los más de 450.000 € que piden hoy por ella siguen siendo imposibles para su particular economía. Seguirán pues, casi con total seguridad hasta que se mueran, viviendo en una casa que no reúne las condiciones adecuadas y que, a medida que transcurra el tiempo, se irá deteriorando más y más.
¿Les parece absurdo? Esa actitud de “todo o nada” les ha llevado a pasar toda su vida en una vivienda deficiente e incómoda.
¡Pues no les parezca tan absurdo! Ochenta mil palentinos, encabezados por los dirigentes municipales de los tres partidos políticos que hemos elegido, estamos manteniendo la misma postura absurda respecto a la integración del ferrocarril a su paso por la capital: todo o nada.
Mientras esperamos que alguien ponga sobre la mesa ¡más de 450 millones de euros! para integrar el ferrocarril mediante el soterramiento, estamos gastando dinero en chapuzas, y manteniendo los bordes de la línea ferroviaria cada día más deteriorados. Con una estación a la que en breve llegará el tren de alta velocidad y en la que es imposible aparcar, e incluso difícil acceder, casi todos los días a las horas de llegadas y salidas de trenes; con unos cuantos miles de metros cuadrados de terrenos propiedad de ADIF, convertidos en estercoleros y totalmente abandonados.
¿Qué tal si nos ponemos manos a la obra y, dejando de lado el “todo o nada”, resolvemos algunos problemas menores?
Algún paso en esa dirección se ha dado. Hace unos días el ministro José Blanco puso una fecha tope, abril de 2011, para resolver el “cul-de-sac” de la estación, con aparcamiento incluido.
¿Por qué no seguimos en esa línea? El Ayuntamiento podría llegar a un acuerdo con ADIF y proceder al ajardinamiento de los miles de metros cuadrados que bordean las vías. Desde el parque de la Carcavilla hasta el nuevo aparcamiento, en la zona trasera de la estación de autobuses; toda la zona que rodea la pasarela de Villalobón y la antigua estación de pequeña velocidad, con el aparcamiento que ahora funciona en ese lugar; aprovechar la ocasión de la necesaria remodelación de la estación para adaptarla a la alta velocidad, y para estudiar la posibilidad de crear un acceso a la misma desde el paseo de Victorio Macho; o proceder a la construcción de nuevos pasos peatonales desde las calles Jacinto Benavente y/o Juan Ramón Jiménez, etc.
Estoy seguro que ese tipo de actuaciones, asequibles económicamente para cualquier administración a pesar de la crisis, ayudaría a una integración, aunque sea “transitoria” del ferrocarril en nuestra ciudad.
En caso contrario, y si los dirigentes políticos siguen empeñados en el “todo o nada”, es más que posible que varias generaciones de palentinos nos jubilemos o fallezcamos, sin haber visto cumplida nuestra ilusión de la integración del ferrocarril.
Y, por supuesto, si algún día existe la posibilidad de cumplir nuestro sueño, habría mucho que hablar y discutir sobre quién y cómo lo debe pagar. ¿El Ayuntamiento de Palencia, es decir “todos” los palentinos? ¿ADIF que ya en el año 1955, entonces con el nombre de RENFE, se negó a plantearse el desvío que le solicitó el Ayuntamiento? ¿Las personas y/o empresas que vieron o verán incrementar su patrimonio al revalorizarse los inmuebles?
La crisis va para la largo por lo que las arcas públicas van a tardar tiempo en estar boyantes, y la “sostenibilidad” de una ciudad también se demuestra haciendo un uso responsable y adecuado de los escasos recurso de los que disponemos.

Publicado en "El Norte de Castilla". Edición Palencia
15.11.2010

3 comentarios:

  1. Ahí le duele. De acuerdo en todo salvo en lo de los 80.000 palentinos. Hay mucha más gente sensata de lo que parece llevándose las manos a la cabeza por este tema.
    Pero a los políticos les aterra hablar claro y perder votos.

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  2. Lagu, te expulsan del partido, seguro

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  3. No creo que le expulsen o lo tendrian que hacer con alguno mas que pensamos lo mismo

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