La libertad

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Miguel de Cervantes

lunes, 27 de septiembre de 2010

Yo también voy a la huelga

Cuando el 20 de mayo pasado el gobierno recortó por decreto el sueldo de los funcionarios públicos, las centrales sindicales convocaron una huelga para el día 8 de junio.
Yo, a pesar de que el sindicato al que pertenezco era uno de los convocantes, no hice huelga, porque, con la que estaba cayendo al resto de los trabajadores, me parecía una huelga insolidaria.

En cambio, la huelga general del próximo miércoles día 29, si que la haré.


"Porque no quiero que mis hijos vivan peor de lo que he vivido yo. Porque no es justo que los trabajadores paguen la cuenta de una crisis que ha enriquecido a sus responsables. Porque este Gobierno no ha reinstaurado el impuesto sobre el patrimonio, no ha gravado a las grandes fortunas, no ha incrementado el tipo impositivo de las Sicav, donde los más ricos invierten el dinero que les sobra para contribuir a los gastos del Estado con un mísero 1%, y a cambio, ha castigado a los más débiles con una reforma laboral inadmisible. Porque no se puede admitir que un empresario despida a sus empleados con cuatro días de antelación, solo porque "prevé" pérdidas para el próximo ejercicio, ahorrándose de paso más del 50% de la indemnización. Pero, además, porque la crisis está sirviendo para enmascarar un cambio de ciclo destinado a liquidar el Estado de bienestar. Porque si no hemos sido capaces de exportar nuestro progreso a los trabajadores de las grandes potencias emergentes, como China y la India, lo que nos espera es la importación de sus espantosas condiciones de trabajo. Porque Occidente ya ha recordado que esclavizando a la gente se gana mucho más dinero. Porque detrás de los recortes de derechos laborales, vendrán los de derechos civiles. Porque siempre habrá una agencia calificadora, o un premio Nobel, que proclame que los retrocesos son imprescindibles para avanzar.
Y, sobre todo, porque digan lo que digan Zapatero, Salgado o el sursuncorda, los trabajadores somos el motor de la economía. Porque ni los bancos, ni las multinacionales, ni las grandes cadenas pueden subsistir sin nosotros. Porque si nosotros paramos, se para todo. Porque hemos heredado, junto con nuestros apellidos, la experiencia de que no existe otra manera de proteger nuestros derechos. Por todo eso, yo voy a la huelga general del 29 de septiembre."

El texto en cursiva, no es mio, es de Almudena Grandes en EL PAÍS de hoy 27-09-2010, y lo suscribo totalmente.
Por eso, ¡yo también voy!

martes, 21 de septiembre de 2010

La izquierda en Europa

El pasado domingo 12 de octubre, la izquierda europea sufrió un nuevo retroceso, esta vez en la tradicionalmente socialdemócrata Suecia. El mes de mayo pasado, los laboristas ingleses perdieron las elecciones generales en el Reino Unido. En los últimos años la izquierda ha salido de los gobiernos de Francia, Alemania, Italia, Holanda, ….
En estos momentos, solamente Portugal, Grecia, España, Austria y Eslovenia tienen gobiernos de izquierdas.

Aunque las situaciones de los distintos países son diferentes y, por tanto, las causas también lo pueden ser, lo cierto y verdad es que la izquierda pierde presencia social y respaldo electoral en todos los países de la Unión Europea.
En algunos casos, como en el Reino Unido, por el desgaste lógico después de más de 12 años gobernando. En otros, Francia, por las luchas internas y la falta de un claro liderazgo. En Italia, por una profunda crisis de identidad y definición de los programas y las ideas. Algo parecido ha sucedido en Alemania, en donde el SPD es superado por Los Verdes en los sondeos electorales.

(EL PAÍS 21-09-2010)

¿Qué está pasando en Europa?

Aunque parece una paradoja, da la sensación de que los ciudadanos tienen más fe en que nos sacarán mejor de la crisis económica las opciones políticas de derechas, que se alinean ideológicamente con los mismos que nos han metido en ella. ¡Tiene tela el asunto! Estamos poniendo a la zorra a vigilar el corral.
Si a esta paradoja le unimos el uso demagógico que de la xenofobia, fácil recurso en épocas de paro y crisis, están haciendo los grupos de la ultra derecha con la aquiescencia de los de derechas, tendremos parte de la explicación.
Pero en mi modesta opinión, también algo de culpa tienen los propios dirigentes de los partidos de la izquierda europea.
En lugar de buscar soluciones progresistas y de izquierdas a la crisis de un modelo económico basado en el principio ultra liberal de “cuanto menos estado y menos regulación mejor”, se han apuntado sin reservas a las mismas recetas liberales y a apuntalar el mismo modelo que nos ha llevado a este pozo.
Para ello han adoptado como objetivos prioritarios tres principios básicos del liberalismo económico: salvar el sistema bancario, liberalizar el mercado laboral y reducir lo máximo posible el déficit público, lo que conlleva de forma automática una bajada de la inversión pública y una disminución, lenta pero progresiva y sin freno, del gasto en educación, sanidad y restantes prestaciones sociales.
Es lógico pensar que los votantes europeos, ante la similitud de las medidas que se les proponen para salir de la crisis, todas de tinte bastante liberal, estén optando por votar a la derecha. Si las soluciones son de derechas, quienes mejor las llevarán a buen puerto son los partidos de derechas.
De confirmarse y consolidarse esta tendencia derechista, Europa se verá abocada a la destrucción del modelo de bienestar social que está vigente en la mayoría de los países desde la segunda guerra mundial. Peligran la sanidad y la educación pública de calidad y para todos. Están en grave peligro nuestro sistema de pensiones públicas, así como las prestaciones por desempleo y de las personas dependientes.
Si los ciudadanos europeos no reaccionamos a tiempo e invertimos la tendencia, en pocos años estaremos viviendo bajo un modelo económico y social basado en la desregulación del mercado y en el individualismo más salvaje, en el que el “sálvese quien pueda” será la consigna.

Hay que participar, movilizarse, gritar alto y claro, para que los dirigentes de la izquierda europea se den cuenta y corrijan los derroteros por los que nos están llevando.

Lo que de ninguna manera hay que hacer es votar a la derecha.

sábado, 11 de septiembre de 2010

No es una víctima más de la violencia machista

El pasado jueves día 9, la sinrazón de la violencia machista, se cobró otra víctima en Villoldo y esta vez muy cercana, la madre de tres ex alumnos del centro escolar donde trabajo, el IES Sem Tob de Carrión.
Nosotros, los educadores, tenemos mucho que hacer y que decir en este tema. Espero que lo hagamos y aportemos nuestra contribución a terminar con esta lacra social que me averguenza y nos denigra.

Al faltarme las palabras para expresar lo que siento, quiero reproducir aquí las de un compañero del centro que reflejan con total exactitud mi estado de ánimo.


"Caminaban por nuestros pasillos y aún tenían madre.
Pedían guarrerías en la cafetería, y aún tenían madre,
Saludaban o rehuían la mirada, y aún tenían madre,
aprobaban, suspendían, levantaban la mano, hacían deporte, protestaban… y aún la tenían.
Salían camino a Villoldo en autobús donde les esperaba una madre.

Poco importa ya si es un cobarde… o un loco… o un mal hombre,
De los que fueron (y siempre serán) nuestros alumnos nunca podremos decir “aún tienen madre”.
Nuestro abrazo sincero para ellos."
IES SEM TOB

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Las creencias personales y el servicio público

A menudo ocurre que las creencias personal, religiosas, políticas y de cualquier otro signo, interfieren en la actuación de los que son, por el cargo que ocupan, servidores públicos, es decir, servidores de "toda la sociedad", haciendo un flaco servicio al objetivo prioritario en toda sociedad democrática de separación entre creencias personales y el funcionamiento correcto de la sociedad, es decir, entre iglesia y estado.

Sobre este asunto, que en ocasiones adquiere dimensiones de hondo calado político, cuando los afectados ocupan gargos de especial relevancia en las instituciones del estado, el profesor de Bioética Pablo Simón, publica un interesante artículo en el diario EL PAÍS de hoy: "El aborto en España visto por un católico belga".

"Los mismos obispos belgas se mantuvieron en un discreto segundo plano durante el proceso de debate de la ley. Estaban en contra, obviamente, por coherencia con el Magisterio. Pero nunca dieron una batalla tan feroz como la que la Iglesia ha dado en España ante la llamada reforma de la ley del aborto -batalla que no dio, por cierto, en los ocho años de Gobierno del Partido Popular-. Y por supuesto, según me dicen aquí, ningún obispo llamó a los profesores de Lovaina para decirles lo que debían pensar o escribir, cosa que no puede decirse precisamente de los obispos españoles respecto a los centros de bioética de sus Universidades o Facultades de Teología."

"Pero no tengo tan claro que en España estemos en este punto. Y el posicionamiento del magistrado del Constitucional me lo sugiere aún más. La influencia de "lo católico" sigue sobrepasando claramente los límites de lo aceptable en una sociedad pluralista y democrática. Es grave, a mi modo de ver, que alguien pueda pensar que la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una ley pueda ser evaluada con un instrumento distinto al de la propia Carta Magna. Menos aún, con el catecismo de la Iglesia católica. Y es que los funcionarios públicos deben tomar decisiones basadas en el interés público, no en sus presupuestos morales privados."

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